Inicio / Los centros de Creación de Manuscritos / San Millán de la Cogolla

Situado en La Rioja, en el valle del río Cárdenas, el Monasterio de San Millán de la Cogolla está compuesto por dos conventos: Suso y Yuso. Suso, que significa ‘arriba’, es el más antiguo y se encuentra en la parte alta de la montaña. Fundado en el siglo VI, tiene una arquitectura austera, característica de los orígenes del monacato, y fue un centro para ermitaños que buscaban una vida de retiro y contemplación. Yuso, que significa ‘abajo’, fue construido posteriormente en el siglo XI en la llanura, y representa la consolidación del monacato organizado en la región. Este edificio es mucho más grande y elaborado, con influencias de varios estilos arquitectónicos, como el románico y el barroco. Ambos conventos simbolizan la evolución del monacato en la región y muestran la transición del eremitismo hacia un cenobitismo más estructurado.

El Monasterio de San Millán de la Cogolla fue uno de los centros más importantes de la creación de códices medievales. Aquí se copiaron varios Beatos, como el Beato Emilianense y el Beato de San Millán, así como otros manuscritos en latín y en lenguas romances tempranas, que incluían himnarios, libros litúrgicos y obras de los Padres de la Iglesia. Estas copias no solo eran importantes por su contenido religioso, sino también por su riqueza artística, ya que los manuscritos estaban decorados con miniaturas que reflejaban la influencia del arte mozárabe y románico.

Este monasterio está considerado la cuna de las primeras glosas en lengua romance, conocidas como Glosas Emilianenses. Estas glosas son anotaciones al margen de los textos en latín que ayudaron a los monjes a comprender mejor el contenido y que se escribieron hacia el siglo X. Las Glosas Emilianenses contienen algunos de los primeros testimonios escritos del castellano y también del euskera, lo cual es fundamental para entender el desarrollo de ambas lenguas en la península ibérica. Estas glosas son especialmente importantes porque muestran el proceso de evolución del latín vulgar hacia las lenguas romances, y ofrecen una valiosa ventana al desarrollo temprano del idioma castellano. San Millán de la Cogolla fue también un referente cultural en la región, influyendo en la producción de manuscritos en toda La Rioja y convirtiéndose en un punto clave para la conservación y transmisión del conocimiento escrito durante la Edad Media. La comunidad monástica no solo se dedicaba a la copia de textos religiosos, sino también a la enseñanza y difusión del conocimiento. La influencia del monasterio se extendió más allá de sus muros, y contribuyó al desarrollo cultural y lingüístico de la región, ayudando a establecer a San Millán como un centro de saber y espiritualidad en el norte de España.