El Libro de la genealogía de los reyes de España, también conocido como Anacephaleosis, es uno de los manuscritos genealógicos más influyentes de la Castilla del siglo XV. Escrito en latín por Alfonso de Cartagena, obispo de Burgos y destacado humanista, este manuscrito traza la línea sucesoria de los monarcas hispánicos desde los reyes visigodos hasta Enrique IV de Castilla. Más que una simple genealogía, la obra fue concebida como un instrumento político para consolidar la legitimidad dinástica de la Casa de Trastámara en un periodo marcado por disputas sucesorias y conflictos nobiliarios.

El códice, custodiado en la Biblioteca Nacional de España (ms. Vit. 19-2), se distingue por su cuidada estructura genealógica, su riqueza heráldica y su detallado programa iconográfico, que refuerza la continuidad de la monarquía castellana como heredera del linaje visigodo. Su importancia trasciende la Baja Edad Media, ya que influyó en la historiografía genealógica posterior y en la construcción del discurso monárquico de la España moderna.

Gracias a la labor de la editorial Scriptorium, este excepcional manuscrito ha sido reproducido en una edición facsimilar que permite estudiar su contenido con total fidelidad al original. En esta página encontrarás un análisis detallado sobre el contexto histórico de este manuscrito, su estructura genealógica, su iconografía y el proceso de reproducción de su facsímil. Descubre por qué el Libro de la genealogía de los reyes de España es una obra clave para entender la representación del poder monárquico y la evolución de la historiografía genealógica en la tradición hispánica.


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Adéntrate en la historia de este manuscrito único y descubre cómo Alfonso de Cartagena plasmó la sucesión de los monarcas hispánicos en un documento que combina genealogía, heráldica y legitimación dinástica.
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Índice de Contenido

  1. Introducción al Libro de la Genealogía de los Reyes de España
    1. Contexto histórico sobre la genealogía real en la Edad Media
    2. Breve descripción del Libro de la genealogía de los reyes de España
  2. Historia y Contexto del Libro de la genealogía de los reyes de España
    1. Alfonso de Cartagena y su obra
    2. Producción del Manuscrito
  3. Descripción física del manuscrito
    1. Materiales y formato
    2. Escritura y caligrafía
    3. Iluminaciones y miniaturas
  4. Contenido del manuscrito
    1. Organización y estructura del texto
    2. Elementos simbólicos
  5. Facsímil de la Editorial Scriptorium
    1. Introducción a la Editorial Scriptorium y su trabajo en facsímiles
    2. Proceso de Reproducción
    3. Detalles Técnicos del Facsímil
  6. Curiosidades y elementos únicos del manuscrito
    1. Comparaciones con otras genealogías reales
    2. Elementos que hacen único al Libro de la genealogía de los reyes de España
    3. Heráldica del manuscrito
    4. Sigilografía en el manuscrito
  7. Tablas Genealógicas del Manuscrito
    1. Organización y Propósito de las Tablas Genealógicas
    2. Listado de Tablas Genealógicas según Alfonso de Cartagena
    3. Tablas Genealógicas Adicionales: La Casa de Austria y la Casa de Borbón
    4. Importancia de las Tablas Genealógicas en el Estudio de la Monarquía Española
  8. Importancia Cultural e Histórica del Manuscrito
    1. Influencia en la Edad Media
    2. Impacto del manuscrito en la historiografía y la genealogía real
    3. El papel del facsímil y el libro de estudios en la preservación del manuscrito
  9. Bibliografía y fuentes
  10. Consideraciones Finales

1. Introducción al Libro de la Genealogía de los Reyes de España

A lo largo de la Edad Media, la genealogía fue un elemento fundamental en la construcción del poder monárquico. Más que una simple relación de nombres y fechas, los linajes reales constituían una herramienta clave para justificar la legitimidad dinástica y reforzar la autoridad de los soberanos. En este contexto, la historiografía medieval incorporó con frecuencia árboles genealógicos y relatos sucesorios que vinculaban a los monarcas con sus antepasados más ilustres.

El Libro de la genealogía de los reyes de España, escrito en 1456 por Alfonso de Cartagena, responde a esta tradición. Se trata de una obra que traza la línea sucesoria de los monarcas castellanos desde los reyes godos hasta Enrique IV de Castilla, con el objetivo de consolidar la continuidad histórica de la monarquía y reforzar su papel en la historia peninsular. A través de este manuscrito, Cartagena no solo documenta la descendencia real, sino que también otorga a la dinastía Trastámara un fundamento histórico y político que la vincula con el pasado glorioso del Reino Visigodo. Para comprender mejor la relevancia de esta obra, es necesario examinar el papel de la genealogía en la Edad Media, su uso como herramienta política y su relación con la historiografía medieval. También resulta fundamental conocer las características del manuscrito, su estructura y su impacto en la posteridad. Este documento ofrece un análisis en profundidad de estos aspectos, explorando su contexto, contenido y legado.

1.1. Contexto Histórico Sobre la Genealogía Real en la Edad Media

• La importancia de la genealogía en la consolidación del poder monárquico

En la Europa medieval, la genealogía no solo era una disciplina histórica, sino una herramienta clave para la consolidación del poder monárquico. En un contexto donde la autoridad política se legitimaba en gran parte a través del linaje, los reyes utilizaban su ascendencia para fortalecer su posición frente a la nobleza, el clero y otras potencias rivales. La idea de la realeza como una institución de derecho divino se fundamentaba en la continuidad dinástica, que permitía a los monarcas gobernar con el respaldo de la tradición y la historia.

En la península ibérica, este concepto adquirió una relevancia especial debido a la fragmentación política derivada de la Reconquista. A lo largo de los siglos, los reyes de Castilla, León, Navarra, Aragón y Portugal compitieron por la supremacía, y la genealogía se convirtió en un argumento de peso para justificar la superioridad de una dinastía sobre otra. Las casas reales necesitaban demostrar su vínculo con antepasados ilustres, ya fueran reyes godos, emperadores romanos o figuras legendarias.

En este contexto, los linajes no eran meros registros familiares, sino instrumentos de legitimación política. Un rey que podía trazar su ascendencia hasta un gobernante prestigioso tenía más posibilidades de ser reconocido por sus súbditos y de consolidar su autoridad. A su vez, los monarcas encargaban la redacción de crónicas y genealogías oficiales que reforzaban su derecho al trono y desacreditaban las pretensiones de sus rivales.

El caso de Castilla es especialmente ilustrativo. La monarquía castellana se presentaba a sí misma como la legítima heredera del Reino Visigodo, que había sido destruido por la invasión musulmana en el siglo VIII. Este relato histórico justificaba la Reconquista como un proceso de restauración del orden perdido. En este sentido, la genealogía servía no solo para establecer la línea de sucesión real, sino también para afirmar la identidad y la misión histórica del reino.

• Uso de los linajes como herramienta de legitimación política

Las genealogías reales no eran documentos neutrales, sino discursos cuidadosamente elaborados con una intención política clara. A través de ellas, los reyes y sus cronistas construían narrativas que reforzaban la legitimidad de la dinastía reinante y minimizaban las pretensiones de facciones rivales.

Uno de los métodos más utilizados era la inclusión de antepasados prestigiosos en la línea sucesoria. No importaba si estos vínculos eran reales o ficticios; lo fundamental era que sirvieran para reforzar la autoridad del monarca. En la Castilla del siglo XV, Alfonso de Cartagena utilizó este recurso en su Genealogía de los Reyes de España para trazar la continuidad de los monarcas castellanos desde los visigodos hasta Enrique IV, estableciendo una línea ininterrumpida que confería solidez histórica a la monarquía Trastámara.

Otro recurso frecuente era la manipulación de las relaciones familiares. En muchos casos, los genealogistas reordenaban el parentesco de los monarcas para evitar cualquier sombra de ilegitimidad. Por ejemplo, en la dinastía Trastámara, el acceso al trono de Enrique II de Castilla fue producto de una guerra civil contra su hermanastro Pedro I. Para justificar su reinado, los cronistas pro-Trastámara insistieron en la ilegitimidad de Pedro I y exaltaron las virtudes de Enrique II, vinculándolo a la tradición de los monarcas godos y cristianos.

Además, la genealogía se utilizaba para fortalecer las alianzas dinásticas. Los matrimonios entre casas reales no solo tenían una dimensión política inmediata, sino que también servían para construir relatos genealógicos favorables. Así, la unión entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 permitió a los Reyes Católicos proyectar una imagen de unidad dinástica que legitimó la unificación de España. En este tipo de estrategias, la genealogía desempeñaba un papel fundamental, ya que reforzaba la idea de una monarquía predestinada a gobernar sobre todos los reinos hispánicos.

• Relación de la genealogía con la historiografía medieval

La genealogía no era un género independiente, sino que estaba estrechamente relacionada con la historiografía medieval. En muchos casos, las genealogías formaban parte de crónicas más amplias que narraban los acontecimientos clave de un reino, y su función era dar continuidad y sentido a la historia oficial.

En Castilla, una de las fuentes más influyentes en este sentido fue la Historia de los godos de Rodrigo Jiménez de Rada (siglo XIII), donde se establecía la conexión entre los monarcas castellanos y los visigodos. Este modelo influyó en la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena, que adoptó la misma estrategia para legitimar la dinastía Trastámara.

La historiografía medieval no se limitaba a registrar los hechos pasados, sino que tenía un propósito político y moral. A través de la genealogía, los cronistas construían un relato que justificaba la continuidad del poder real y reforzaba el papel del monarca como garante del orden y la estabilidad. En este sentido, la genealogía no solo servía para documentar la ascendencia de los reyes, sino también para proyectar una imagen idealizada de la monarquía y su papel en la historia.

1.2. Breve Descripción del Libro de la Genealogía de los Reyes de España

• El manuscrito y su contexto de creación

El Libro de la genealogía de los reyes de España, también conocido como Anacephaleosis, fue redactado por Alfonso de Cartagena en latín, siguiendo la tradición de la historiografía medieval. Su elaboración tuvo lugar en los últimos años de su vida y quedó concluida a principios de 1456, poco antes de su fallecimiento. Cartagena, obispo de Burgos y figura clave del humanismo castellano, estructuró esta obra con el propósito de demostrar la continuidad dinástica de los monarcas castellanos, desde los reyes godos hasta Enrique IV de Castilla.

El uso del latín responde a una intención clara: Cartagena no solo escribía para un público castellano, sino para un entorno diplomático y erudito europeo. En su época, el latín era la lengua del conocimiento y la política internacional, por lo que su elección aseguraba la difusión de la obra entre las élites intelectuales y cortesanas.

• Recopilación de las genealogías reales desde los reyes godos hasta Enrique IV de Castilla

La obra de Cartagena se estructura como una sucesión de árboles genealógicos que conectan a los monarcas castellanos con sus antepasados visigodos. Este esquema no solo tenía un propósito histórico, sino que también reforzaba la idea de que la monarquía castellana era la legítima heredera del Reino Visigodo.

El libro sigue una organización lógica y detallada:

  • Inicia con los reyes godos y visigodos, estableciendo un nexo con la monarquía cristiana.
  • Continúa con los monarcas asturianos y leoneses, mostrando la continuidad del linaje tras la invasión musulmana.
  • Finaliza con los reyes de Castilla, culminando en Enrique IV.

• Ediciones posteriores y versiones en castellano

Aunque la obra fue escrita en latín, pronto fue traducida al castellano. Juan Rodríguez de Villafuerte realizó una versión en 1463, incluyendo anotaciones para contextualizar el texto. Durante los siglos XVI y XVII, el libro fue impreso en varias ocasiones, con ediciones en 1545, 1579 y 1603, reflejando su importancia en la historiografía española.

El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de España (ms. Vit. 19-2), y destaca por su rica ornamentación e ilustraciones.


2. Historia y Contexto del Libro de la Genealogía de los Reyes de España

El Libro de la genealogía de los reyes de España de Alfonso de Cartagena no solo es un testimonio de la historiografía medieval, sino también un reflejo de la sociedad, la política y el pensamiento de su época. Su contenido se sitúa en un momento clave de la historia de Castilla, en el que la monarquía Trastámara necesitaba consolidar su legitimidad y reforzar su posición frente a los desafíos internos y externos.

Para entender la relevancia de esta obra, es imprescindible conocer a su autor, un hombre de vasta erudición que desempeñó un papel fundamental en la diplomacia castellana y en la difusión del humanismo. Asimismo, resulta necesario examinar el contexto en el que el manuscrito fue producido, su finalidad política y su posterior conservación.

2.1. Alfonso de Cartagena y su obra

• Biografía del obispo de Burgos Alfonso de Cartagena

Alfonso de Cartagena (1385-1456) fue una de las figuras intelectuales más destacadas del siglo XV en Castilla. Nacido en una familia de origen judío converso, su formación académica y religiosa lo llevó a convertirse en una pieza clave dentro de la administración del reino. Su vida estuvo marcada por el estudio, la diplomacia y la defensa de la monarquía castellana a través de la escritura y la argumentación histórica.

Imagen de la Representación Imaginaria de Alfonso de Cartagena
Representación Imaginaria de Alfonso de Cartagena

Desde su juventud, destacó por su inteligencia y habilidades en el ámbito de la teología y las letras. Se formó en el Estudio General de Salamanca, una de las instituciones académicas más importantes de la época, donde adquirió un profundo conocimiento del latín, la filosofía y la historia. Su educación lo convirtió en un referente del humanismo en la península ibérica.

• Contexto familiar: hijo de Pablo de Santa María, converso influyente

La familia de Alfonso de Cartagena desempeñó un papel crucial en su ascenso. Su padre, Pablo de Santa María, había sido un rabino de renombre antes de convertirse al cristianismo y ascender a importantes cargos dentro de la Iglesia y la corte castellana. Esta conversión, aunque le permitió integrarse en la nobleza cristiana, también marcó la vida de Alfonso, quien tuvo que demostrar constantemente su lealtad al cristianismo y su capacidad intelectual en un contexto en el que los conversos eran vistos con recelo por algunos sectores de la sociedad.

Pablo de Santa María fue obispo de Burgos y consejero real, lo que facilitó que su hijo siguiera sus pasos en la Iglesia y la política. Alfonso heredó la influencia paterna y la amplió, convirtiéndose en una figura clave en la corte de Juan II de Castilla y Enrique IV.

• Su papel en la diplomacia castellana y su participación en el Concilio de Basilea

Uno de los momentos más relevantes en la vida de Alfonso de Cartagena fue su participación en el Concilio de Basilea (1434-1439). En esta reunión de la Iglesia Católica, Cartagena representó a Castilla y defendió los intereses del reino en un contexto de fuertes tensiones entre el Papado y las monarquías europeas.

Retrato en blanco y negro de Alonso de Cartagena
Retrato de Alonso de Cartagena. Proviene del libro «Retratos de Españoles ilustres» publicado por la Real Imprenta de Madrid.

En el concilio, Cartagena demostró su habilidad diplomática al defender la autoridad del rey castellano frente a Portugal y otras potencias, argumentando que Castilla tenía una historia y una legitimidad propias dentro del mundo cristiano. Sus intervenciones fueron ampliamente reconocidas y le valieron una mayor reputación en los círculos eclesiásticos y políticos.

Además de su papel en el Concilio de Basilea, Cartagena desempeñó otras funciones diplomáticas en la corte castellana, mediando en conflictos y fortaleciendo las relaciones entre Castilla y otros reinos europeos.

• Influencia del humanismo en su pensamiento y obra

Alfonso de Cartagena fue un humanista antes de que el humanismo se consolidara plenamente en Castilla. Su obra refleja la influencia de los estudios clásicos y la idea de que la historia debía basarse en fuentes documentadas y en una exposición ordenada y argumentada.

Su admiración por los autores clásicos y su uso del latín como lengua de conocimiento lo situaron dentro del movimiento humanista que comenzaba a expandirse por Europa. A diferencia de otros cronistas medievales que incluían elementos legendarios en sus relatos, Cartagena adoptó un enfoque más racional y estructurado, acercándose a la historiografía renacentista.

2.2. La Producción del Manuscrito

• Lugar de creación

El Libro de la genealogía de los reyes de España fue escrito en Castilla, en un momento en el que la monarquía castellana estaba en un proceso de consolidación. Aunque no se tiene certeza absoluta del lugar exacto donde Alfonso de Cartagena trabajó en esta obra, es probable que lo hiciera en Burgos, ciudad en la que residía como obispo y que era un importante centro de producción intelectual en la época.

Imagen de las provincias españolas con Burgos destacada
Imagen de las provincias españolas con Burgos destacada

Burgos, además de ser sede episcopal, tenía una gran relevancia política y cultural dentro del reino de Castilla. La ciudad albergaba una activa comunidad de escribas y estudiosos vinculados tanto a la Iglesia como a la nobleza, lo que la convertía en un lugar propicio para la elaboración de manuscritos de carácter histórico y genealógico. Además, en el siglo XV, la nobleza castellana estaba invirtiendo en la creación y conservación de crónicas y genealogías para reforzar sus derechos y prestigio.

No hay duda de que la elección del lugar de producción del manuscrito no fue casual. Alfonso de Cartagena, con su profundo conocimiento de la política y la historiografía de su tiempo, sabía que una obra de estas características debía surgir desde un centro de poder con el respaldo institucional necesario para ser reconocida y respetada.

• Fecha de creación

El manuscrito fue concluido a principios de 1456, en los últimos meses de la vida de Alfonso de Cartagena. Se sabe que abandonó la escritura a finales de febrero de ese año, presintiendo su cercana muerte. Este periodo coincide con el inicio del reinado de Enrique IV de Castilla, un monarca cuya legitimidad fue objeto de debate entre las facciones nobiliarias de la época.

Cartagena, consciente de la importancia de la estabilidad dinástica, elaboró esta genealogía con el propósito de reforzar la legitimidad de Enrique IV y demostrar la continuidad histórica de la monarquía castellana. En aquel momento, la Corona necesitaba una defensa sólida ante los cuestionamientos de la nobleza, que en algunos sectores aún mantenía fidelidad a otras ramas familiares con aspiraciones al trono.

Imagen de la Representación Imaginaria de Alfonso de Cartagena
Representación Imaginaria de Alfonso de Cartagena

El hecho de que Cartagena muriera ese mismo año refuerza la idea de que el manuscrito fue uno de sus últimos grandes proyectos. Es posible que el autor no llegara a ver su obra plenamente utilizada con los fines políticos que había previsto, aunque su impacto en la historiografía castellana sería profundo en las décadas siguientes.

• Destinatarios del manuscrito

El manuscrito estaba dirigido al cabildo de la catedral de Burgos, una institución con una fuerte influencia en la política y en la vida religiosa del reino de Castilla. La elección de este destinatario sugiere que la obra no solo tenía un propósito historiográfico, sino también una función de reafirmación de la legitimidad dinástica dentro del ámbito eclesiástico.

El cabildo de la catedral de Burgos, compuesto por miembros de la alta jerarquía eclesiástica, no solo se encargaba de los asuntos religiosos, sino que también tenía un papel en la administración del territorio y en la relación con la monarquía. El respaldo de la Iglesia era crucial para cualquier monarca que buscara consolidar su poder, y la genealogía presentada por Cartagena habría servido como un instrumento para reforzar la alianza entre el trono y la Iglesia.

Además, dado que el manuscrito fue elaborado en latín, su contenido estaba pensado para ser accesible a una élite instruida, compuesta por clérigos y altos funcionarios de la corte. La transmisión de la genealogía real a través del cabildo garantizaba su difusión y su aceptación en los círculos de poder. El hecho de que el destinatario del manuscrito fuera el cabildo de la catedral de Burgos refuerza su propósito como un documento de legitimación dinástica. A través de esta genealogía, Cartagena no solo documentaba la sucesión real, sino que también consolidaba el papel de la monarquía castellana dentro de la historia peninsular, un objetivo que se refleja en la estructura y mensaje de la obra.

• Propósito del manuscrito

El objetivo fundamental del Libro de la genealogía de los reyes de España era legitimar el linaje de los reyes de Castilla y reforzar su posición dentro de la historia peninsular. No era simplemente una recopilación de nombres y fechas, sino una construcción narrativa que buscaba establecer una continuidad inquebrantable entre los monarcas castellanos y los antiguos reyes visigodos.

En un momento en el que la nobleza castellana estaba dividida y se cuestionaba la autoridad de Enrique IV, la genealogía se convertía en un arma política. Al demostrar que la dinastía Trastámara era la legítima heredera de los visigodos y de los primeros reyes cristianos de la península, Cartagena estaba proporcionando un argumento sólido contra cualquier pretensión de linajes rivales.

Además, la obra tenía un propósito más amplio dentro de la historiografía castellana. No solo servía para afianzar el poder de Enrique IV, sino que también contribuía a la construcción de una identidad nacional basada en la continuidad del reino desde tiempos antiguos. Este tipo de relatos históricos fueron fundamentales en la configuración del discurso monárquico que se consolidaría en los siglos posteriores.

• Conservación y ubicación actual

El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de España, bajo la referencia ms. Vit. 19-2. Se trata de un documento de gran valor, tanto por su contenido historiográfico como por su riqueza artística y paleográfica.

El proceso de conservación de manuscritos medievales ha sido un desafío a lo largo de los siglos. Muchos documentos de este tipo se perdieron o sufrieron alteraciones debido al paso del tiempo, pero el Libro de la genealogía de los reyes de España ha llegado hasta nosotros en un estado excepcionalmente bueno. Su preservación en la Biblioteca Nacional garantiza que pueda seguir siendo estudiado y consultado por investigadores y especialistas en historia medieval.

  • Arco de entrada a la Biblioteca Nacional de España

En el siglo XX, con el auge del interés por la historiografía medieval, se realizaron ediciones facsimilares que permitieron una mayor difusión del manuscrito sin comprometer el estado del original. Actualmente, la obra es consultada tanto por historiadores especializados en genealogía real como por estudiosos del pensamiento político de la Castilla medieval.


3. Descripción Física del Manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España es un manuscrito de gran valor tanto por su contenido como por su presentación material. Su confección sigue los estándares de los códices de prestigio del siglo XV, en los que la calidad de los materiales, la caligrafía utilizada y los elementos decorativos reflejaban la importancia de la obra y su función dentro de la monarquía y la historiografía.

Al tratarse de un documento destinado a reforzar la legitimidad dinástica de los monarcas castellanos, su diseño debía transmitir solemnidad y durabilidad. La elección de un soporte resistente, una escritura cuidada y la inclusión de ilustraciones y genealogías organizadas visualmente, indican que se concibió como un manuscrito de referencia para la consulta y la preservación a lo largo del tiempo.

Para entender mejor sus características, es necesario analizar en detalle sus materiales, su estructura, la caligrafía empleada y los elementos artísticos que lo enriquecen.

3.1. Materiales y Formato

• El pergamino como soporte

El manuscrito fue elaborado en pergamino, un material ampliamente utilizado en códices de alto valor hasta bien entrado el siglo XV. Aunque el papel había comenzado a expandirse en la producción documental y libraria, el pergamino seguía siendo el material preferido para manuscritos de prestigio debido a su resistencia y durabilidad.

El pergamino se obtenía a partir de pieles de animales, generalmente oveja, cabra o ternera, mediante un proceso de limpieza, estiramiento y raspado que garantizaba una superficie lisa y uniforme. Los códices destinados a la nobleza o al ámbito eclesiástico solían emplear pergaminos de alta calidad, cuidadosamente preparados para permitir una escritura clara y una buena fijación de las tintas y pigmentos.

El uso del pergamino en esta obra indica que se trataba de un manuscrito concebido para perdurar y para ser consultado de manera frecuente sin riesgo de deterioro prematuro.

• Encuadernación y estructura del volumen

El códice cuenta con una encuadernación en piel natural, realizada con técnicas tradicionales de la época. Estas encuadernaciones solían reforzarse con costuras artesanales, empleando hilo de lino o tendones, y en algunos casos, se añadían refuerzos de madera en las tapas para proporcionar mayor solidez.

En los manuscritos de prestigio, la encuadernación no solo cumplía una función protectora, sino que también podía incorporar elementos decorativos como estampaciones en oro, cierres metálicos o grabados en la tapa. Si bien no hay evidencia de que este manuscrito en particular contara con una encuadernación lujosamente ornamentada, es probable que su diseño siguiera el modelo de los códices de la época, con una estética sobria pero elegante.

• Dimensiones y número de folios

El manuscrito tiene un formato de grandes dimensiones, diseñado para facilitar la lectura y la consulta de las genealogías representadas en árboles ilustrados. En la tradición medieval, los libros de gran formato solían destinarse a bibliotecas o archivos donde podían ser abiertos y leídos en atriles o mesas de trabajo.

El número de folios refleja la complejidad de la obra y la cantidad de información que alberga. Aunque la cifra exacta puede variar según las ediciones y los estudios realizados sobre el manuscrito, se estima que contiene decenas de páginas, cada una de ellas cuidadosamente estructurada con texto y elementos visuales.

3.2. Escritura y Caligrafía

• Uso de la letra gótica libraria

El Libro de la genealogía de los reyes de España está escrito en letra gótica libraria, un estilo caligráfico ampliamente utilizado en la Europa medieval entre los siglos XII y XV. Este tipo de escritura se caracteriza por sus trazos angulosos, verticales pronunciadas y una disposición densa de los caracteres, lo que permitía aprovechar al máximo el espacio en el pergamino.

En el caso concreto de este manuscrito, se observa un uso de la gótica de tipo librario regular, con una clara uniformidad en los caracteres y una alineación precisa. Este nivel de perfección indica que fue realizado por escribas altamente capacitados, posiblemente vinculados a un scriptorium eclesiástico o a la cancillería episcopal de Burgos.

  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Páginas con texto, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Páginas con texto, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Páginas con texto, Editorial Scriptorium

Una particularidad de la letra gótica utilizada en este códice es la separación en dos columnas, un formato habitual en manuscritos de gran extensión, ya que facilitaba la lectura y permitía la inclusión de anotaciones o decoraciones marginales sin afectar la estructura principal del texto​.

Además de su funcionalidad, la elección de esta caligrafía responde a un criterio estético y de prestigio. La gótica libraria se utilizaba en documentos oficiales y textos historiográficos de gran relevancia, como las crónicas reales y los libros de linajes. La regularidad y belleza de los caracteres contribuían a resaltar la importancia de la obra, reforzando su propósito de legitimación dinástica.

• El latín como lengua del manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España fue redactado en latín, siguiendo la tradición de la historiografía medieval, que empleaba esta lengua como vehículo de transmisión del conocimiento erudito y diplomático. Durante el siglo XV, aunque el castellano ya había ganado terreno en la producción literaria y cronística, el latín seguía siendo el idioma preferido para obras de carácter oficial y doctrinal.

La elección del latín en esta obra responde a varias razones. En primer lugar, permitía que el manuscrito tuviera una difusión internacional, facilitando su consulta por eruditos y diplomáticos más allá de Castilla. Alfonso de Cartagena, además de historiador, fue un destacado diplomático que participó en eventos de relevancia como el Concilio de Basilea, por lo que su obra estaba pensada para ser comprendida en círculos académicos y políticos europeos​.

Por otro lado, el latín confería al texto solemnidad y autoridad. En la mentalidad medieval, la lengua latina estaba estrechamente asociada con la Iglesia, la administración y la cultura clásica. Su uso en la genealogía real refuerza la idea de continuidad histórica y vincula a los monarcas castellanos con la tradición imperial romana y visigoda.

Aunque el latín empleado en el manuscrito sigue la norma culta de la época, pueden observarse algunas variaciones lingüísticas, propias del latín tardío y de la influencia del contexto peninsular. Estas diferencias reflejan la evolución de la lengua y su adaptación a las necesidades expresivas de los escribas y eruditos de la Castilla del siglo XV​.

3.3. Iluminaciones y Miniaturas

El Libro de la genealogía de los reyes de España es una obra visualmente rica, en la que la representación iconográfica cumple una función crucial dentro del discurso histórico y político del manuscrito. La combinación de retratos realistas de los monarcas, árboles genealógicos decorativos y escudos heráldicos refuerza la idea de continuidad dinástica y el derecho legítimo de la monarquía castellana.

  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Athanarico, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Pelayo, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Sancho, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallones de los Reyes Alfonso VII y Sancho III, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Enrique IV, Editorial Scriptorium

El manuscrito está decorado con orlas platerescas, cartelas con inscripciones y una disposición visual cuidadosamente planificada. El estilo de las miniaturas y decoraciones responde a la tradición artística de los siglos XV y XVI, con una notable influencia del gótico tardío y del primer renacimiento hispánico.

Las iluminaciones se estructuran en tres elementos principales:

  1. Retratos de los monarcas, que ofrecen una imagen idealizada de cada rey, dotándolos de atributos regios.
  2. El árbol genealógico, que presenta una conexión visual entre los distintos linajes reales mediante medallones interconectados.
  3. Escudos y elementos heráldicos, que refuerzan la identidad y el prestigio de cada monarca dentro de la tradición castellana.

• Retratos de los reyes desde Atanarico hasta Enrique IV

Uno de los aspectos más llamativos del manuscrito es su serie de retratos regios, que representan a los monarcas desde Atanarico, el último rey visigodo independiente, hasta Enrique IV de Castilla. Estas imágenes no solo buscan dotar de rostro a los personajes históricos, sino que también transmiten un mensaje político sobre la continuidad de la monarquía y la legitimidad de los Trastámara.

Los retratos se caracterizan por su disposición en medallones o enmarcados en orlas decorativas. A continuación, se destacan algunos de los monarcas más relevantes que aparecen en el manuscrito:

  • Atanarico (siglo IV): Figura clave en la historiografía medieval hispana, su imagen en el manuscrito lo muestra como el primer eslabón de la cadena monárquica. Su retrato refuerza la idea de que la monarquía castellana tiene raíces en la antigua Hispania visigoda.
  • Pelayo (siglo VIII): Representado con armadura y espada, simboliza el inicio de la Reconquista. Su imagen enfatiza la restauración del reino cristiano en la península ibérica tras la invasión musulmana.
  • Alfonso III (siglo IX): Considerado uno de los grandes consolidadores del reino asturleonés, su retrato muestra una corona adornada con elementos simbólicos que refuerzan su papel como impulsor de la monarquía cristiana.
  • Fernando I de Castilla (siglo XI): Aparece con atributos regios y un escudo representativo de su unión con León, reflejando su papel en la expansión territorial de Castilla.
  • Alfonso X el Sabio (siglo XIII): Se le representa con un libro en las manos, aludiendo a su faceta de erudito y legislador. Su inclusión subraya la importancia de la cultura en la identidad monárquica.
  • Enrique IV de Castilla (siglo XV): Su retrato cierra la serie de monarcas representados en el manuscrito, mostrando la culminación del linaje Trastámara. Su imagen es una de las más elaboradas, destacando su vestimenta y los detalles heráldicos.

Estos retratos refuerzan visualmente la idea de continuidad histórica y derecho dinástico, asegurando que la línea sucesoria castellana sea percibida como legítima y estable.

• Árbol genealógico con medallones

El árbol genealógico es uno de los elementos decorativos más destacados del manuscrito. A lo largo de las páginas, los monarcas aparecen representados en medallones interconectados, que muestran la relación de ascendencia y descendencia entre los diferentes linajes.

El diseño del árbol genealógico sigue un patrón estructurado:

  • Los reyes visigodos aparecen en la parte superior, destacando su papel como origen de la monarquía cristiana.
  • Los monarcas asturianos y leoneses forman la segunda sección, enlazando la tradición visigoda con la reconquista de la península.
  • Los reyes de Castilla y León ocupan la parte central y final del árbol, con Enrique IV como el último monarca registrado.

Dentro de este esquema, se destacan figuras clave que refuerzan la narrativa histórica del manuscrito:

  • Reyes fundadores, como Pelayo, que inician nuevas ramas en la genealogía.
  • Monarcas unificadores, como Fernando I o Alfonso VI, cuyas líneas genealógicas reflejan la consolidación del poder real.
  • Reyes con disputas sucesorias, donde el árbol visualiza las líneas alternativas al trono y sus implicaciones políticas.

El estilo artístico de los medallones combina influencias del gótico tardío y del renacimiento plateresco, con detalles decorativos que incluyen elementos arquitectónicos y heráldicos. Cada figura está representada con su nombre en cartelas, a menudo acompañado por escudos o símbolos distintivos de su linaje.

  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallones de los Reyes Theudorico y Enrique, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallones de los Reyes Leovigildo y Recaredo, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Sancho, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Alfonso VI, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Monarcas Portugueses, Editorial Scriptorium

• Influencias artísticas

El manuscrito refleja la transición entre el gótico tardío y el arte plateresco, caracterizada por la riqueza ornamental y la minuciosidad en los detalles. Se pueden identificar elementos decorativos como:

  • Orlas con grutescos y candelieri, motivos decorativos inspirados en el arte italiano renacentista. Los grutescos son diseños ornamentales que combinan elementos vegetales, figuras mitológicas y detalles arquitectónicos entrelazados, creando un efecto elegante y simétrico. Los candelieri son adornos verticales que imitan la forma de un candelabro, con composiciones estilizadas que incluyen motivos geométricos y vegetales, frecuentemente utilizados en los márgenes de manuscritos y enmarcando iniciales decoradas.
  • Escudos heráldicos enmarcados en motivos vegetales y geométricos, reforzando la identidad nobiliaria de los monarcas representados. Los escudos heráldicos cumplen una función tanto decorativa como simbólica, ya que permiten identificar a cada monarca a través de sus emblemas familiares y territoriales. En el manuscrito, estos escudos aparecen rodeados de motivos vegetales (como hojas de acanto o vid entrelazadas) y diseños geométricos que resaltan su importancia. La heráldica medieval seguía un código estricto de colores y símbolos, por lo que cada escudo no solo representa a un rey en particular, sino también sus derechos dinásticos y alianzas con otras casas nobiliarias.
  • Medallones con bustos y retratos realistas, siguiendo la tradición de los camafeos romanos. En el manuscrito, los monarcas aparecen representados dentro de medallones decorativos, una forma de retrato que recuerda a los camafeos de la Antigüedad romana, en los que se esculpían perfiles de emperadores en piedras preciosas. Esta disposición refuerza la idea de prestigio y continuidad dinástica, ya que los reyes castellanos son presentados en una secuencia visual que enlaza sus figuras a lo largo de los siglos. Además, los retratos dentro de los medallones presentan rasgos individualizados, intentando reflejar la personalidad y el estatus de cada monarca con detalles en la vestimenta, la barba, la corona o los atributos que los acompañan.

El uso de estos elementos decorativos no solo embellece el manuscrito, sino que también refuerza su mensaje propagandístico. La iconografía y el simbolismo empleados en la obra reflejan la intención de Alfonso de Cartagena de legitimar la monarquía castellana a través de una presentación visualmente impactante y estéticamente refinada.


4. Contenido del Manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España no es solo un registro de linajes, sino una obra con una estructura narrativa cuidadosamente elaborada que combina historia, política y legitimación monárquica. Su contenido está diseñado para demostrar la continuidad del poder real desde los reyes visigodos hasta Enrique IV de Castilla, consolidando la imagen de la dinastía Trastámara como heredera legítima del reino hispano-cristiano.

El manuscrito se organiza en diferentes secciones que incluyen un prólogo dirigido al cabildo de Burgos, genealogías detalladas y comentarios políticos y teológicos sobre la monarquía. A través de estos elementos, Alfonso de Cartagena construye un discurso histórico que otorga a la monarquía castellana un papel central en la historia de España.

4.1. Organización y estructura del texto

• Proemio (prólogo) dirigido al cabildo de Burgos

El manuscrito comienza con un prólogo o proemio, en el que Alfonso de Cartagena expone los motivos que lo llevaron a escribir la obra y la importancia de la genealogía real. Este prólogo está dirigido al cabildo de la catedral de Burgos, institución a la que el autor estaba estrechamente vinculado como obispo.

Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Prólogo, Editorial Scriptorium
Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Prólogo, Editorial Scriptorium

En este apartado, Cartagena justifica la necesidad de recopilar la genealogía de los monarcas castellanos para consolidar su legitimidad. Argumenta que conocer el linaje de los reyes no es solo un ejercicio histórico, sino una forma de garantizar la estabilidad del reino y fortalecer la autoridad del monarca. Además, destaca la relevancia de la monarquía castellana dentro de la tradición cristiana, subrayando su papel en la defensa de la fe y la expansión del reino.

• Árbol genealógico de los reyes godos, visigodos y castellanos

El cuerpo principal del manuscrito está dedicado a la exposición de la genealogía real, que se desarrolla a lo largo de diferentes secciones. Cartagena traza la línea sucesoria desde los reyes godos y visigodos hasta los monarcas de Castilla, organizando la información de manera que refuerce la continuidad del linaje.

La genealogía sigue un esquema estructurado que destaca hitos clave en la historia de la monarquía:

  • Reyes visigodos: Se presentan como los primeros monarcas legítimos de Hispania, estableciendo la base histórica sobre la que se construye la identidad de la monarquía castellana.
  • Reyes asturianos y leoneses: Enlazan la monarquía visigoda con el proceso de la Reconquista, resaltando su papel en la restauración del reino cristiano.
  • Reyes de Castilla y León: La parte final de la genealogía se centra en la consolidación de la monarquía castellana y la llegada de los Trastámara al trono.
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallones de los Reyes Alarico, Athaulpho y Sigherico, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallones de los Reyes Ordoño, Alfonso III, García y Ordoño II, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Juan I, Editorial Scriptorium

El objetivo de esta estructura es claro: mostrar que la monarquía castellana es la heredera legítima de los reyes visigodos y que su continuidad es inquebrantable. Esta idea es clave en la justificación del poder de Enrique IV y en la lucha contra posibles pretendientes al trono.

• Inclusión de comentarios políticos y teológicos sobre la monarquía

A diferencia de otras genealogías medievales, esta obra no se limita a enumerar nombres y fechas, sino que incorpora comentarios políticos y teológicos que refuerzan el papel del monarca como gobernante legítimo y líder del reino.

Cartagena argumenta que el rey no solo gobierna por derecho dinástico, sino también por designio divino. Esta idea está influida por la concepción medieval del poder real como una institución avalada por Dios, donde el monarca es visto como un instrumento de la voluntad divina para garantizar la paz y la justicia en el reino.

Además, el manuscrito analiza los deberes del rey y la relación entre la monarquía y la Iglesia, estableciendo que el poder del soberano debe ejercerse en armonía con los principios cristianos. Este enfoque no solo justifica el reinado de Enrique IV, sino que también refuerza la alianza entre la monarquía y la Iglesia, institución clave en la legitimación del poder real.

4.2. Elementos Simbólicos

• Representación de los reyes como herederos del linaje visigodo

Uno de los principales mensajes del manuscrito es la vinculación de la monarquía castellana con los visigodos. Esta conexión es fundamental porque legitima el gobierno de los reyes castellanos como una restauración del orden perdido tras la invasión musulmana en el siglo VIII.

El texto enfatiza que los monarcas castellanos no son solo sucesores de los reyes asturianos y leoneses, sino los verdaderos herederos de la Hispania visigoda, lo que les otorga una autoridad histórica incuestionable. Este discurso es especialmente importante en un momento en el que la monarquía Trastámara necesitaba consolidar su poder frente a facciones nobiliarias enfrentadas.

• Uso de la genealogía como herramienta de legitimación

El manuscrito emplea la genealogía como un instrumento político para reforzar la estabilidad de la monarquía. Al presentar una línea de sucesión clara e ininterrumpida, se elimina cualquier duda sobre el derecho de los Trastámara al trono.

Este recurso no era exclusivo de Castilla; en la Edad Media, muchas casas reales utilizaban genealogías para justificar su derecho al poder. Sin embargo, en este caso, la obra de Cartagena tiene un propósito concreto: asegurar que Enrique IV sea reconocido como el legítimo continuador del linaje real.

• Presencia de símbolos heráldicos y religiosos

El manuscrito incorpora numerosos símbolos heráldicos y religiosos que refuerzan el mensaje de legitimidad. Entre ellos destacan:

  • Escudos de los diferentes linajes reales, que muestran la evolución de la monarquía y sus alianzas dinásticas.
  • Cruzados y elementos cristianos, que resaltan el papel del rey como defensor de la fe.
  • Insignias y colores reales, que refuerzan la identidad de cada monarca y su pertenencia a una dinastía concreta.
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Rodrigo, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Heráldica, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Medallón del Rey Alfonso XI, Editorial Scriptorium
  • Imagen del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Heráldica, Editorial Scriptorium

Estos símbolos no solo decoran el manuscrito, sino que tienen una función propagandística clara, transmitiendo la idea de que la monarquía es una institución respaldada por la historia y por la voluntad divina.


5. Facsímil de la Editorial Scriptorium

5.1. Introducción a la Editorial Scriptorium y su trabajo en facsímiles

La Editorial Scriptorium es una de las principales referencias en la reproducción facsimilar de códices y manuscritos históricos en España. Fundada por Ricardo Coll y José G. Moya, la editorial lleva más de 40 años dedicada a la producción de facsímiles de alta calidad, con el objetivo de preservar el patrimonio bibliográfico y hacerlo accesible a estudiosos y bibliófilos.

Logotipo de la editorial Scriptorium
Logotipo de la editorial Scriptorium

Desde su sede en Godella, Valencia, Scriptorium ha trabajado en la reproducción de manuscritos medievales y renacentistas, manteniendo un compromiso absoluto con la fidelidad y la autenticidad. A diferencia de otras editoriales que han optado por el papel como soporte principal, Scriptorium ha recuperado la tradición de realizar facsímiles en pergamino natural de piel de cordero, replicando con máxima precisión las características de los manuscritos originales.

La labor de Scriptorium se basa en tres pilares fundamentales:

  • Autenticidad: Cada facsímil es producido mediante técnicas artesanales, respetando la estructura, los materiales y los acabados de los códices originales.
  • Preservación: La reproducción facsimilar permite que manuscritos únicos, a menudo conservados en bibliotecas y archivos de difícil acceso, puedan ser estudiados y apreciados por un público más amplio.
  • Divulgación: Gracias a su meticuloso trabajo, la editorial ha logrado acercar obras maestras de la historia del libro a coleccionistas, universidades e instituciones culturales de todo el mundo.

A lo largo de su trayectoria, Scriptorium ha publicado ediciones facsimilares de obras como el Lapidario de Alfonso X el Sabio, el Beato de El Burgo de Osma, la Biblia de los Cruzados y el Libro de los Juegos de Ajedrez, Dados y Tablas. Su enfoque en la excelencia y la investigación han convertido a la editorial en un referente dentro del mundo del facsímil.

5.2. Proceso de Reproducción

En 1995, la editorial Scriptorium llevó a cabo la reproducción facsimilar del Liber genealogiae regum Hispaniae, también conocido como Anacephaleosis, basándose en el manuscrito ms. Vit. 19-2 de la Biblioteca Nacional de España. Esta edición fue concebida para preservar y divulgar el valor histórico y artístico del original, permitiendo su acceso a estudiosos y bibliófilos.

Para la reproducción del Libro de la genealogía de los reyes de España, se emplearon técnicas avanzadas de impresión y encuadernación artesanal con el objetivo de replicar la apariencia y sensación del manuscrito original. La edición se realizó sobre un soporte de papel pergamenata, tratado para imitar el pergamino natural, aunque en ediciones posteriores la editorial optó por el uso de pergamino auténtico para lograr un mayor grado de realismo.

El proceso de creación del facsímil incluyó:

  • Reproducción exacta del texto, iluminaciones y estructura del manuscrito original.
  • Tratamientos específicos del soporte para replicar el envejecimiento del material.
  • Encuadernación artesanal en piel natural, respetando las técnicas medievales de cosido y fijación de pliegos.
  • Uso de pigmentos y dorados para recrear las miniaturas con el mayor grado de precisión.

Esta edición fue prologada por la Condesa de Barcelona, Doña María de las Mercedes de Borbón, quien destacó su relevancia en la conservación del patrimonio histórico español y en la divulgación del legado genealógico de la monarquía.

5.3. Detalles Técnicos del Facsímil

El facsímil del Libro de la genealogía de los reyes de España mantiene una estrecha fidelidad con el manuscrito original tanto en su contenido como en su apariencia visual. La edición cuenta con los mismos detalles estructurales y decorativos que el códice medieval, permitiendo que los lectores modernos experimenten el manuscrito de la manera más auténtica posible.

Algunos aspectos clave de su reproducción incluyen:

  • Formato y materiales: El facsímil conserva las dimensiones del original (335 x 250 mm), con páginas reproducidas sobre papel de alta calidad con textura similar al pergamino. En ediciones más recientes, Scriptorium ha utilizado pergamino auténtico tratado manualmente.
  • Miniaturas y decoraciones: Se han replicado fielmente los retratos de los reyes, los escudos heráldicos y los árboles genealógicos, asegurando la nitidez y la intensidad de los colores originales.
  • Encuadernación: La encuadernación sigue los métodos tradicionales del siglo XV, con tapas de madera cubiertas en piel natural, cosido manual y refuerzos con colas naturales, recreando con exactitud la estructura del manuscrito original.
  • Edición limitada: La edición facsimilar del Libro de la genealogía de los reyes de España se publicó en una tirada de 390 ejemplares numerados, lo que la convierte en una obra de colección exclusiva, valorada tanto por su rigor histórico como por su factura artesanal.
  • Libro de estudios: Cada facsímil va acompañado de un libro de estudios, un volumen complementario que analiza en profundidad el manuscrito original y su contexto histórico. Este estudio incluye:
    • Un análisis detallado de la obra de Alfonso de Cartagena, su biografía y su papel en la diplomacia y la historiografía medieval.
    • Un estudio sobre la estructura del manuscrito, la genealogía real y su importancia dentro de la monarquía castellana.
    • Un apartado dedicado a la caligrafía y miniaturas del códice, con comentarios sobre su estilo artístico y los materiales utilizados.
    • Una transcripción paleográfica del texto en latín, acompañada de una traducción al castellano, facilitando su comprensión para los investigadores y lectores modernos.
  • Este libro de estudios, elaborado por expertos en historia medieval y codicología, permite un acercamiento más profundo a la obra y proporciona una base académica rigurosa para su análisis.
  • Lomo de la Caja del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena, Editorial Scriptorium
  • Caja del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena, Editorial Scriptorium
  • Cubierta del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena, Editorial Scriptorium
  • Libro de estudios del facsímil del Libro de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena, Editorial Scriptorium
  • Última página del facsímil, con el Testimonio Notarial
  • Testimonio Notarial del facsímil de la Genealogía de los Reyes de España

Una característica distintiva de esta edición es su fidelidad absoluta en la reproducción de los detalles del original, incluyendo marcas de agua, desgastes naturales y matices de color. Esto garantiza que cada facsímil sea prácticamente indistinguible del manuscrito histórico en términos visuales y táctiles.


6. Curiosidades y Elementos Únicos del Manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España no solo es una obra fundamental dentro de la historiografía medieval castellana, sino que también contiene elementos únicos que lo diferencian de otros manuscritos genealógicos de la época. La combinación de historia, política y arte en su estructura lo convierte en un testimonio excepcional del pensamiento monárquico del siglo XV.

Este apartado explora algunos de los aspectos más curiosos y distintivos de la obra, incluyendo su comparación con otras genealogías reales, la particularidad del término Anacephaleosis, la importancia de su heráldica y su relación con la sigilografía.

6.1. Comparaciones con otras genealogías reales

• Relación con las crónicas de Rodrigo Jiménez de Rada

El manuscrito de Alfonso de Cartagena guarda una estrecha relación con la Historia de los godos (De Rebus Hispaniae), escrita por Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo en el siglo XIII. Esta obra es una de las fuentes historiográficas más influyentes de la Edad Media española y fue utilizada por Cartagena como base para estructurar su propia genealogía.

Jiménez de Rada presentó a los monarcas castellanos como los herederos legítimos del Reino Visigodo, estableciendo una continuidad histórica entre la monarquía goda y la castellana. Cartagena retomó esta idea, pero con un propósito aún más claro: reforzar la legitimidad de la dinastía Trastámara, que en el siglo XV todavía necesitaba consolidar su posición dentro del complejo panorama político castellano​.

Una diferencia clave entre ambas obras es el enfoque. Mientras que Jiménez de Rada se centra en una narración histórica con elementos de crónica, Cartagena adopta una estructura más formal, con un claro propósito político. Su genealogía no solo registra los linajes, sino que los organiza con una intención ideológica, destacando la continuidad dinástica como un factor clave en la estabilidad del reino.

• Comparación con otras genealogías medievales de Castilla

En la Edad Media, varias genealogías reales buscaron legitimar la continuidad de los monarcas. Sin embargo, la obra de Cartagena se distingue de otras por su enfoque más estructurado y su clara intención de reforzar la posición de los Trastámara.

Algunas de las genealogías medievales castellanas más relevantes son:

  • Genealogía de los Reyes de Castilla y León (siglo XIII): Basada en textos históricos, traza la sucesión de los monarcas hasta Fernando III el Santo.
  • Libro de las generaciones y linajes de los reyes (siglo XIV): Incorpora elementos legendarios y mitológicos, sin una estructura historiográfica definida.
  • Genealogías manuscritas del siglo XV: Varias crónicas de la época presentan árboles genealógicos, pero de manera más esquemática y sin el nivel de detalle de la obra de Cartagena.

La diferencia más importante de la obra de Cartagena respecto a estas genealogías radica en su combinación de rigor histórico y función política. Mientras que las anteriores recopilaciones se enfocaban en narrar la historia de los monarcas sin un objetivo específico más allá del registro genealógico, la Anacephaleosis se construye como una herramienta de legitimación real, resaltando la conexión entre Enrique IV y los monarcas anteriores, lo que servía para consolidar su autoridad frente a sus opositores​.

6.2. Elementos que hacen único al Libro de la Genealogía de los Reyes de España

• Uso del término Anacephaleosis para referirse a la obra

Uno de los aspectos más distintivos del manuscrito es el uso del término Anacephaleosis, un concepto de origen griego que significa «resumen» o «recapitulación». Este término no era común en la historiografía castellana, lo que indica la influencia de la educación humanista de Cartagena, ya que en el siglo XV era poco común que los cronistas emplearan términos de raíces clásicas en obras de carácter genealógico​.

El empleo de este término refuerza la idea de que la genealogía no es solo un registro de sucesión dinástica, sino una síntesis histórica y política que reúne la memoria de la monarquía castellana en un único volumen.

• Representación de la historia de España como un proceso providencial

Cartagena estructura su genealogía con un fuerte componente providencialista, es decir, presenta la historia de la monarquía castellana como parte de un designio divino. En este relato, los reyes no solo son gobernantes por derecho sucesorio, sino también por voluntad de Dios, lo que refuerza su autoridad y legitimidad.

Esta visión se alinea con la historiografía medieval cristiana, en la que la sucesión de los monarcas es interpretada como una continuidad dentro del plan divino para el mundo, reforzando así, por ejemplo, la legitimidad de Enrique IV, mostrando que su reinado no es fruto del azar, sino la culminación de un plan divino.

• Influencia del humanismo en su concepción histórica

A pesar de su estructura medieval, el manuscrito muestra signos de la influencia del humanismo, especialmente en su enfoque sobre la historia y la genealogía. Cartagena no solo presenta una sucesión de nombres, sino que intenta construir un relato coherente y fundamentado, con referencias a fuentes históricas y un esfuerzo por estructurar la genealogía con rigor intelectual.

Esta tendencia es reflejo de la transición entre la historiografía medieval tradicional y los nuevos enfoques del siglo XV, donde la búsqueda de la veracidad histórica comenzaba a tener un peso mayor.

6.3. Heráldica del Manuscrito

• Introducción a la heráldica y su importancia en la monarquía medieval

La heráldica fue uno de los elementos visuales más importantes en la representación del poder en la Edad Media. Más allá de su función decorativa, los escudos heráldicos eran símbolos de identidad que transmitían la legitimidad de una dinastía, su historia y sus derechos territoriales.

En la monarquía castellana, el uso de emblemas heráldicos era clave para reforzar la autoridad real. Cada escudo reflejaba el linaje del monarca y sus aspiraciones políticas, combinando elementos heredados y nuevos símbolos adquiridos por alianzas matrimoniales, conquistas o cambios dinásticos.

El Libro de la genealogía de los reyes de España incorpora una rica heráldica, donde los escudos de los distintos reinos hispánicos aparecen como un testimonio visual de la evolución de la monarquía.

• Heráldica de los distintos reinos representados en el manuscrito

El manuscrito incluye los escudos de varios reinos peninsulares, reflejando la complejidad de la estructura política medieval en España. Cada uno de estos emblemas tiene su propia historia y simbolismo:

  • León: El león rampante de púrpura en campo de plata es uno de los emblemas heráldicos más antiguos de la península. Originalmente vinculado a la ciudad de León, con el tiempo pasó a representar al reino en su conjunto. Su significado está relacionado con la fortaleza y la nobleza del monarca.
  • Castilla: El castillo dorado en campo de gules (rojo) es un escudo parlante, ya que simboliza el propio nombre del reino. Su uso se consolidó con Fernando III, quien combinó las armas de Castilla y León en un cuartelado que se convertiría en la base de la heráldica real castellana.
  • Aragón: El escudo de Aragón está compuesto por los palos de oro y gules, una de las armerías más antiguas de Europa. Este emblema se consolidó con la dinastía de los condes de Barcelona y pasó a ser utilizado por los monarcas aragoneses a partir de Ramón Berenguer IV.
  • Navarra: El famoso escudo de cadenas en oro sobre campo de gules, adoptado por los monarcas navarros en el siglo XIII, se asocia tradicionalmente con la batalla de las Navas de Tolosa. Aunque la leyenda de su origen ha sido debatida, el escudo simboliza la independencia y la tradición militar del reino.
  • Granada: La incorporación del escudo de Granada (una granada en campo de plata) se produjo tras la conquista del reino en 1492. Sin embargo, su representación en heráldica ya existía previamente, derivada de la simbología usada por los Reyes Católicos.
  • Portugal: El escudo de Portugal, con sus cinco escudetes azules con puntos de plata dispuestos en cruz y rodeados por una bordura con castillos, es un reflejo de su historia bélica y su vínculo con la monarquía castellana a través de múltiples alianzas y matrimonios.
  • Imagen del Escudo de los reinos visigodos
  • Imagen del Escudo del reino de Castilla y León
  • Imagen del Escudo del reino de León
  • Imagen del Escudo del reino de Castilla
  • Imagen del Escudo del reino de Navarra y Aragón
  • Imagen del Escudo del reino de Portugal
  • Imagen del Escudo del reino de Navarra
  • Imagen del Escudo del reino de Granada

La heráldica de los distintos reinos peninsulares no solo reflejaba la identidad de cada monarquía, sino que también servía como un medio de representación diplomática y conexión entre casas reales. A través de alianzas matrimoniales, conquistas y pactos políticos, los escudos evolucionaban incorporando elementos heráldicos de otras dinastías, estableciendo así una red de relaciones visualmente codificada que reforzaba la legitimidad y el prestigio de los monarcas.

• Relaciones heráldicas entre la monarquía castellana y las casas reinantes europeas

La heráldica del manuscrito no solo representa los linajes internos de la península ibérica, sino que también refleja las relaciones entre la monarquía castellana y otras casas reales europeas.

Durante la Edad Media, las alianzas dinásticas eran clave en la política internacional, y los escudos heráldicos solían combinar elementos de distintas casas nobiliarias para reflejar la unión de territorios. En el manuscrito se pueden encontrar referencias a:

  • Francia: Castilla y Francia mantuvieron estrechos lazos matrimoniales, lo que se reflejó en la incorporación de elementos heráldicos franceses en algunos estandartes y documentos reales.
  • Inglaterra: La heráldica inglesa también tuvo influencia en los escudos de algunos linajes castellanos, especialmente en aquellos que participaron en la Guerra de los Cien Años.
  • Habsburgo y Borgoña: En siglos posteriores, los Reyes Católicos y sus descendientes combinaron las armas castellanas con las de Borgoña y Austria, en un complejo entramado heráldico que simbolizaba la expansión dinástica.

6.4. Sigilografía en el Manuscrito

• Introducción a la sigilografía y su importancia en la monarquía medieval

La sigilografía es la disciplina que estudia los sellos empleados en documentos oficiales, identificando su función, simbolismo y evolución a lo largo de la historia. En la Edad Media, los sellos eran uno de los principales elementos de validación de los actos jurídicos y administrativos de los monarcas, ya que garantizaban la autenticidad de los documentos y proclamaciones reales.

Los sellos monárquicos no solo servían para autorizar decretos y privilegios, sino que también cumplían una función propagandística, reforzando la autoridad del soberano mediante representaciones simbólicas. Su diseño incluía elementos como la imagen del rey, sus títulos, escudos heráldicos y lemas, lo que permitía identificar su estatus y linaje.

En el Libro de la genealogía de los reyes de España, los sellos desempeñan un papel clave en la presentación del poder monárquico, vinculando a los distintos reyes con sus respectivas casas dinásticas y evidenciando la continuidad de su autoridad a lo largo del tiempo.

• Sellos representados en el manuscrito

El manuscrito recoge diferentes tipos de sellos utilizados por los monarcas castellanos a lo largo de los siglos. Entre los más destacados se encuentran:

  • El sello de Juan II de Castilla: Presenta un diseño ecuestre con el monarca a caballo, un formato heredado de la tradición sigilar medieval. Este tipo de representación refuerza la imagen del rey como caballero y defensor del reino.
  • El sello de Enrique IV de Castilla: A diferencia de los modelos ecuestres anteriores, Enrique IV introduce una variante con su busto de perfil coronado, vestido con dalmática y manto. Este diseño, inspirado en monedas y medallas de la época, enfatiza la imagen personal del monarca.
  • Sellos eclesiásticos: Se incluyen ejemplos de sellos utilizados por altos cargos eclesiásticos, que refuerzan la relación entre la monarquía y la Iglesia.
  • Imagen del Sello de Alfonso VII, Emperador 1152
  • Imagen del Sello de Alfonso VIII, Rey de Castilla 1198 reverso
  • Imagen del Sello de Alfonso VIII, Rey de Castilla 1198 anverso
  • Imagen del Sello de Alfonso X, Rey de Castilla y de León 1262 reverso
  • Imagen del Sello de Carlos I de España y V de Alemania
  • Imagen del Sello de Carlos IV, Rey de España reverso
  • Imagen del Sello de Carlos IV, Rey de España anverso
  • Imagen del Sello de Enrique IV, Rey de Castilla y de León 1458 reverso
  • Imagen del Sello de Enrique IV, Rey de Castilla y de León 1458 anverso
  • Imagen del Sello de Felipe IV, Rey de España 1608 reverso
  • Imagen del Sello de Felipe IV, Rey de España 1608 anverso
  • Imagen del Sello de Juana I de Castilla y de León 1545 reverso
  • Imagen del Sello de Juana I de Castilla y de León 1545 anverso
  • Imagen del Sello de Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona, Principe de Aragón 1170
  • Imagen del Sello de los Reyes Católicos, Sello Suelto reverso
  • Imagen del Sello de los Reyes Católicos, Sello Suelto anverso
  • Imagen del Sello de Sancho IV, Rey de Castilla y de León 1285 reverso
  • Imagen del Sello de Sancho IV, Rey de Castilla y de León 1285 anverso

Estos sellos muestran la evolución de la sigilografía castellana y reflejan la progresiva sofisticación en la representación del poder real.

• Sigilografía de las diferentes casas regentes

El manuscrito también refleja la evolución de los sellos a través de las distintas casas monárquicas que gobernaron Castilla y España. Cada dinastía introdujo cambios en la sigilografía real, adaptándola a sus necesidades políticas y a las influencias artísticas de su tiempo.

Casa de Borgoña

La Casa de Borgoña estableció en Castilla el uso de sellos ecuestres y mayestáticos, siguiendo el modelo de la monarquía francesa. Los monarcas de esta dinastía utilizaban sellos de cera en documentos oficiales y sellos de plomo para la cancillería real. Alfonso VII fue el primero en emplear un sello de majestad con su figura entronizada, una tipología que posteriormente se consolidó en los documentos reales.

Casa de Trastámara

Con la llegada de los Trastámara, la sigilografía experimentó una transformación significativa. Enrique II de Castilla abandonó el sello ecuestre en favor del sello mayestático, donde el rey aparecía entronizado y sosteniendo una espada en lugar del cetro, un símbolo de su legitimidad conquistada en la guerra civil contra Pedro I.

Los sellos de Juan I y Enrique III mantuvieron esta representación, aunque incorporaron innovaciones en la disposición de los escudos heráldicos y en la ornamentación de la leyenda.

Casas de Austria y Borbón

La llegada de los Habsburgo y los Borbones trajo consigo cambios notables en la sigilografía real. Carlos I y Felipe II mantuvieron el sello de plomo con representación mayestática, pero añadieron elementos propios de la heráldica imperial, como el collar del Toisón de Oro y las aspas de Borgoña.

Con la dinastía borbónica, los sellos reales adoptaron un estilo más cercano a la medallística, con el busto del monarca en perfil, similar a las monedas de la época. Carlos III introdujo este cambio, rompiendo con la tradición medieval de sellos mayestáticos y ecuestres.


7. Tablas Genealógicas del Manuscrito

7.1. Organización y Propósito de las Tablas Genealógicas

• Las tablas genealógicas en la historiografía medieval

Las genealogías han sido una herramienta clave en la historiografía medieval, utilizadas tanto en manuscritos históricos como en documentos oficiales para establecer y reforzar el linaje de monarcas y nobles. Su función no solo era registrar la sucesión de los gobernantes, sino también crear una narrativa visual que transmitiera la idea de continuidad dinástica y consolidación del poder.

En la Edad Media, los linajes reales no se representaban únicamente con narraciones escritas; los árboles genealógicos se convirtieron en un recurso gráfico esencial para visualizar la sucesión de los monarcas y su conexión con las casas reinantes de otros territorios. Estas tablas no solo permitían una mejor organización de la información, sino que también servían como instrumento legitimador, reforzando el derecho al trono de los monarcas en contextos de disputas sucesorias.

• Relación entre la genealogía y la narrativa política del manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España de Alfonso de Cartagena es una obra que no solo tiene un propósito historiográfico, sino también un objetivo político claro. Cartagena organiza las tablas genealógicas de manera que refuercen la continuidad histórica de la monarquía castellana, enlazando a sus monarcas con los reyes visigodos y estableciendo una línea sucesoria legítima que desemboca en Enrique IV de Castilla.

Este tipo de genealogía no era una simple recopilación de nombres y fechas, sino un relato político estructurado, diseñado para respaldar la autoridad de la dinastía Trastámara y demostrar que su derecho al trono estaba fundamentado en una tradición monárquica ininterrumpida. Cartagena no solo muestra la descendencia de los monarcas, sino que también establece conexiones entre linajes, resaltando la continuidad de la soberanía real incluso en momentos de crisis política o cambio dinástico.

• La representación genealógica como herramienta de legitimación monárquica

Uno de los aspectos más importantes del manuscrito es su uso de la genealogía como herramienta de legitimación monárquica. En la Edad Media, el poder de un monarca no dependía únicamente de su capacidad militar o administrativa, sino también de la percepción de su derecho dinástico. En este contexto, los árboles genealógicos eran una forma de consolidar visualmente la idea de que el rey en el poder era el heredero legítimo de un linaje sagrado e ininterrumpido.

El manuscrito refuerza esta idea mediante:

  • El enlace con los reyes visigodos: Presentando a la monarquía castellana como sucesora directa de los visigodos, Cartagena afianza la idea de una herencia legítima que se remonta a la Hispania cristiana antes de la invasión musulmana.
  • La continuidad sin rupturas: A pesar de los conflictos dinásticos que marcaron la historia de Castilla, el manuscrito presenta una línea de sucesión clara y estable, eliminando la posibilidad de cuestionamientos sobre la legitimidad del monarca.
  • La combinación de genealogía y religión: En muchos puntos, Cartagena asocia la legitimidad dinástica con la voluntad divina, una idea que refuerza el concepto medieval de que el rey es elegido por Dios para gobernar.

Este tipo de representación genealógica no solo tenía un impacto en la percepción del poder real en Castilla, sino que también influyó en la historiografía posterior, estableciendo un modelo de narración genealógica que se replicaría en crónicas y documentos monárquicos en los siglos siguientes.

7.2. Listado de Tablas Genealógicas según Alfonso de Cartagena

En el manuscrito se estructuran ocho tablas genealógicas principales, siguiendo una secuencia lógica que conecta la monarquía castellana con la tradición visigoda y los reinos de la Reconquista.

  • Tabla I: Reyes godos y visigodos

Presenta la sucesión de monarcas desde Atanarico, último rey godo independiente, hasta la caída del reino visigodo con Don Rodrigo. Su objetivo es mostrar la herencia política y territorial que los reyes cristianos medievales afirmaban haber recibido de los visigodos.

Tabla Genealógica de los Reyes Godos y Visigodos
Tabla Genealógica de los Reyes Godos y Visigodos
  • Tabla II: Monarcas visigodos posteriores y usurpadores

Recoge a aquellos monarcas visigodos que no tuvieron una línea de sucesión clara o cuya legitimidad fue disputada, reflejando las tensiones internas del reino visigodo antes de su desaparición.

Tabla Genealógica de los Reyes Visigodos posteriores
Tabla Genealógica de los Reyes Visigodos posteriores
  • Tabla III: Primeros reyes asturianos desde Pelayo

Enlaza la genealogía visigoda con el Reino de Asturias, destacando a Pelayo como el restaurador de la monarquía cristiana en Hispania tras la invasión musulmana.

Tabla Genealógica de los Primeros Reyes Asturianos
Tabla Genealógica de los Primeros Reyes Asturianos
  • Tabla IV: Continuidad de la monarquía astur-leonesa

Muestra la evolución de la monarquía desde el Reino de Asturias hasta la consolidación del Reino de León, enfatizando la legitimidad dinástica de sus monarcas.

Tabla Genealógica de la continuación de la monarquía Astur-Leonesa
Tabla Genealógica de la continuación de la monarquía Astur-Leonesa
  • Tabla V: Linajes de Castilla y Navarra

Destaca las conexiones familiares entre los monarcas castellanos y navarros, reflejando las alianzas y conflictos entre ambos reinos a lo largo de la Edad Media.

Tabla Genealógica de los linajes de Castilla y Navarra
Tabla Genealógica de los linajes de Castilla y Navarra
  • Tabla VI: Reyes de León y Castilla en la Alta Edad Media

Presenta a los monarcas leoneses y castellanos entre los siglos IX y XII, momento en el que la unificación de ambos reinos se convirtió en un objetivo estratégico.

Tabla Genealógica de los Reyes de León y Castilla en la Alta Edad Media
Tabla Genealógica de los Reyes de León y Castilla en la Alta Edad Media
  • Tabla VII: Desarrollo genealógico de los reyes de Castilla y León

Recoge la consolidación de la monarquía castellano-leonesa y su progresiva hegemonía en la península ibérica.

Tabla Genealógica de los Reyes de Castilla y León
Tabla Genealógica de los Reyes de Castilla y León
  • Tabla VIII: Consolidación dinástica con Enrique IV

Cierra la genealogía con la llegada de Enrique IV, reforzando su papel como sucesor legítimo de la monarquía castellana.

Tabla Genealógica de la consolidación de Enrique IV
Tabla Genealógica de la consolidación de Enrique IV

Cada una de estas tablas tiene como objetivo mostrar la sucesión de los monarcas y reforzar la idea de que la monarquía castellana es la legítima heredera del reino visigodo, asegurando así la continuidad del poder en manos de los Trastámara.

7.3. Tablas Genealógicas Adicionales: La Casa de Austria y la Casa de Borbón

El libro de estudios incorpora, además de las tablas de Alfonso de Cartagena, genealogías adicionales que extienden la línea sucesoria a partir del siglo XVI. Estas tablas permiten comprender cómo la monarquía española evolucionó tras la época de Enrique IV.

  • Tabla de la Casa de Austria

Representa la dinastía que gobernó España desde la llegada de Carlos I (1516) hasta la muerte de Carlos II (1700). Esta genealogía incluye a monarcas como Felipe II, Felipe III y Felipe IV, mostrando la consolidación del poder de los Habsburgo en la península ibérica.

Tabla Genealógica de la Casa de Austria
Tabla Genealógica de la Casa de Austria
  • Tabla de la Casa de Borbón

Continuación de la genealogía desde la llegada de Felipe V (1700) hasta los Borbones contemporáneos. Esta sección refleja la instauración de la dinastía borbónica y su papel en la configuración del Estado moderno español.

Tabla Genealógica de la Casa de Borbón, parte 1
Tabla Genealógica de la Casa de Borbón, parte 1
Tabla Genealógica de la Casa de Borbón, parte 2
Tabla Genealógica de la Casa de Borbón, parte 2

A diferencia de las tablas originales de Cartagena, estas genealogías posteriores no buscan legitimar un linaje en relación con la tradición visigoda, sino que ofrecen una visión ampliada de la monarquía española en su desarrollo posterior.

7.4. Importancia de las Tablas Genealógicas en el Estudio de la Monarquía Española

• El uso de las genealogías en la historiografía medieval y moderna

Desde la Edad Media, las genealogías han sido un recurso fundamental en la historiografía, sirviendo no solo para registrar la sucesión dinástica, sino también como una herramienta de consolidación del poder monárquico. En los manuscritos medievales, la representación de la genealogía real tenía un valor tanto histórico como político y simbólico, funcionando como un argumento visual para reforzar la legitimidad de una dinastía.

En la historiografía medieval, las genealogías se usaban para establecer la continuidad de la monarquía a lo largo de los siglos, enlazando a los reyes cristianos con sus antecesores visigodos. Alfonso de Cartagena retoma esta idea en su obra, estructurando las tablas de manera que muestren una sucesión ininterrumpida, lo que otorga mayor solidez al linaje de Enrique IV de Castilla.

A partir del siglo XVI, con el auge del humanismo y el desarrollo de nuevas metodologías históricas, la historiografía genealógica comenzó a evolucionar. Sin embargo, muchas de las estructuras y criterios genealógicos establecidos en obras como la de Cartagena continuaron utilizándose en crónicas reales y estudios heráldicos posteriores.

El impacto de esta genealogía puede verse reflejado en obras como las Genealogías Reales de Diego de Soto y Aguilar, un manuscrito del siglo XVII que expandió el modelo genealógico medieval incorporando nuevos linajes europeos. Del mismo modo, en el contexto ibérico, el manuscrito Linajes Reales de Luis Lobo de Silveira adaptó el esquema genealógico de Cartagena para incluir las casas reales de Portugal y Navarra, demostrando la influencia de esta obra en el desarrollo de la historiografía genealógica peninsular.

Más allá de la tradición manuscrita, la metodología genealógica utilizada por Cartagena tuvo un impacto en estudios posteriores, incluyendo la monumental Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española de Francisco Fernández de Bethencourt en el siglo XIX, que siguió reproduciendo muchas de las afirmaciones genealógicas formuladas en la Baja Edad Media. Esto demuestra la continuidad de estos esquemas genealógicos en la construcción del discurso monárquico a lo largo del tiempo, consolidando un modelo de representación dinástica que perduró hasta la historiografía contemporánea.


8. Importancia Cultural e Histórica del Manuscrito

El Libro de la genealogía de los reyes de España de Alfonso de Cartagena es una obra fundamental dentro de la historiografía castellana bajomedieval. Su contenido, estructurado como una genealogía ilustrada, no solo tuvo una función propagandística en la época, sino que también se convirtió en una referencia historiográfica en siglos posteriores.

Desde su creación, el manuscrito desempeñó un papel relevante en la corte castellana, consolidando el discurso dinástico de los Trastámara. Con el paso de los siglos, su valor fue reinterpretado desde distintas perspectivas, siendo apreciado tanto como una fuente de legitimación monárquica como por su riqueza artística y simbólica.

8.1. Influencia en la Edad Media

• Uso del manuscrito en la corte castellana para legitimar la dinastía Trastámara

Durante el reinado de Enrique IV de Castilla, la legitimidad dinástica de la Casa de Trastámara seguía siendo un tema de gran relevancia. Las disputas sucesorias y la oposición de ciertos sectores nobiliarios hicieron necesario reforzar la idea de continuidad y derecho al trono a través de estrategias políticas y propagandísticas. En este contexto, la obra de Alfonso de Cartagena se convirtió en un instrumento clave para justificar la sucesión del monarca.

El manuscrito no solo trazaba la línea sucesoria desde los visigodos hasta los Trastámara, sino que también vinculaba a Enrique IV con la tradición cristiana hispánica, enmarcándolo dentro de un destino providencial. En la corte castellana, este documento era una herramienta de persuasión política, utilizada para consolidar la imagen del monarca frente a sus detractores y reforzar la lealtad de la nobleza.

• Relación del manuscrito con el discurso político de la época

La genealogía de Cartagena no es solo un registro sucesorio, sino que también forma parte de un discurso político más amplio, orientado a reforzar la centralidad de Castilla en la historia peninsular. En este relato, los monarcas castellanos son presentados como los legítimos herederos de la monarquía visigoda, continuadores de la Reconquista y guardianes de la fe cristiana.

Este discurso se enmarca dentro de una estrategia más amplia de la monarquía castellana para consolidar su hegemonía en la península. En siglos posteriores, la ideología reflejada en la obra de Cartagena continuó teniendo eco en la historiografía oficial de los Reyes Católicos y la Casa de Austria, que reforzaron la idea de un destino providencial para la monarquía hispánica.

8.2. Impacto del manuscrito en la historiografía y la genealogía real

El Libro de la genealogía de los reyes de España no solo fue un documento clave en su época, sino que también tuvo un impacto duradero en la historiografía posterior. Su modelo genealógico sirvió como referencia para numerosas crónicas reales y estudios sobre la monarquía española.

A lo largo de los siglos, su estructura influyó en la forma en que se representaron las genealogías monárquicas, estableciendo un modelo de presentación que fue replicado en crónicas y manuscritos posteriores. Su influencia se puede rastrear en documentos como las Genealogías Reales de Diego de Soto y Aguilar, así como en el manuscrito Linajes Reales de Luis Lobo de Silveira, que adaptaron y expandieron el esquema genealógico de Cartagena para aplicarlo a otras monarquías ibéricas.

En la historiografía moderna, la metodología utilizada en esta genealogía fue retomada en estudios como la Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española de Francisco Fernández de Bethencourt en el siglo XIX, reflejando la continuidad de estos esquemas en la construcción del discurso monárquico. Esta permanencia demuestra cómo la obra de Cartagena estableció un estándar para la presentación del linaje real, consolidando un modelo genealógico que perduró hasta la era contemporánea.

8.3. El papel del facsímil y el libro de estudios en la preservación del manuscrito

El facsímil del Libro de la genealogía de los reyes de España, producido por la editorial Scriptorium, desempeña un papel clave en la conservación y el análisis de estas genealogías. La reproducción fiel del manuscrito original ha permitido su estudio sin riesgo para el códice histórico, asegurando su conservación para futuras generaciones.

El libro de estudios que acompaña al facsímil también tiene un gran valor, ya que proporciona un análisis detallado de:

  • La estructura del manuscrito, explicando cómo se organizan las tablas genealógicas y su evolución a lo largo del tiempo.
  • Las fuentes utilizadas por Alfonso de Cartagena, comparando su obra con genealogías previas y evaluando su impacto en la historiografía posterior.
  • Las ilustraciones y la simbología presente en el manuscrito, incluyendo un estudio sobre el uso del color, las miniaturas y la disposición visual de las tablas.

Además, la publicación del facsímil ha permitido que se realicen nuevas ediciones críticas y transcripciones, facilitando el acceso a investigadores que antes solo podían consultar el manuscrito original en la Biblioteca Nacional de España.


9. Bibliografía y Fuentes

La elaboración de este documento se ha basado en una serie de fuentes que permiten contextualizar y analizar el Libro de la genealogía de los reyes de España. Entre ellas se encuentran la edición facsimilar del manuscrito, su libro de estudios, investigaciones sobre la historiografía medieval y diversas obras sobre la historia de España. A continuación, se presenta un listado con una breve descripción de cada fuente utilizada.

  • Fuentes primarias y estudios sobre el manuscrito:
    • Libro de Estudios de la edición facsimilar de Scriptorium: Obra complementaria al facsímil del Libro de la genealogía de los reyes de España, que ofrece un análisis detallado sobre su contenido, su estructura genealógica y su contexto histórico. Además, incluye estudios sobre la caligrafía, la heráldica y la sigilografía presentes en el manuscrito.
    • Facsímil de la Genealogía de los Reyes de España de Alfonso de Cartagena: Reproducción fiel del manuscrito original, que traza la línea sucesoria de los monarcas hispánicos desde la época visigoda hasta el siglo XV. Su propósito fue reforzar la legitimidad de la Casa de Trastámara, consolidando la figura de Enrique IV como heredero legítimo.
  • Estudios académicos y fuentes especializadas:
    • Estudios sobre Alfonso de Cartagena y la historiografía medieval: Investigaciones que analizan la figura de Alfonso de Cartagena, su papel como diplomático y su contribución a la historiografía castellana a través de la genealogía real.
    • Artículos y fuentes especializadas: Publicaciones que examinan distintos aspectos del manuscrito, como su estructura, su simbolismo y su impacto en la construcción del discurso monárquico en Castilla. También incluyen análisis sobre la heráldica y la sigilografía de la obra.
  • Obras generales sobre la historia de España:
    • «Aproximación a la Historia de España» de Jaime Vicens Vives, editorial Salvat, 1970: Visión panorámica de la historia de España desde sus orígenes hasta el siglo XX, con un enfoque en los procesos políticos y sociales que han marcado la evolución del país.
    • «Historia de España», Editorial Planeta, 1997: Compendio que ofrece un recorrido por la historia de España, abordando los eventos y figuras clave que han configurado la nación.
    • «La Historia en su Lugar», Editorial Planeta, 2002: Serie que contextualiza episodios históricos significativos, relacionándolos con su marco geográfico y temporal para facilitar su comprensión.
    • «Historia de España» de Menéndez Pidal, Editorial Espasa, 2001: Obra de referencia dirigida por Ramón Menéndez Pidal, que profundiza en la historia de España desde la prehistoria hasta la época contemporánea, con un enfoque riguroso y detallado.
    • «Biblioteca Historia de España», 20 tomos, Varios Autores, RBA Editores, 2006: Colección de 20 volúmenes que abordan la historia de España en profundidad, con la colaboración de diversos especialistas que analizan distintos períodos y temáticas.

El análisis de estas fuentes ha permitido una aproximación rigurosa al manuscrito, asegurando una comprensión más profunda de su contexto histórico y su influencia en la historiografía genealógica.


10. Consideraciones Finales

El Libro de la genealogía de los reyes de España de Alfonso de Cartagena es una obra clave dentro de la historiografía bajomedieval castellana. Más allá de su función como documento genealógico, fue concebido como un instrumento político que legitimaba la continuidad de la monarquía castellana y consolidaba el derecho dinástico de Enrique IV en un momento de disputas sucesorias. A lo largo de sus páginas, el manuscrito no solo traza la sucesión de los monarcas desde los reyes visigodos hasta la Casa de Trastámara, sino que también construye un discurso de poder en el que la historia de Castilla se presenta como la continuación legítima de la tradición regia hispánica. Su valor radica tanto en su contenido historiográfico como en su riqueza visual, ya que combina miniaturas, escudos heráldicos y sigilografía para reforzar simbólicamente la autoridad real.

El impacto del manuscrito no se limitó a su contexto inmediato. Su estructura y metodología sirvieron de referencia para genealogías y crónicas posteriores, consolidando un modelo que perduró en la historiografía de los siglos siguientes. La representación de la monarquía como una institución con un linaje ininterrumpido fue utilizada no solo por los Trastámara, sino también por los Habsburgo y los Borbones, quienes recurrieron a estrategias similares para reforzar su derecho al trono. Este documento es, por tanto, un testimonio de cómo la genealogía fue utilizada a lo largo de la historia como una herramienta de legitimación monárquica, convirtiéndose en un elemento clave dentro de la construcción del discurso dinástico en la España medieval y moderna.

Además de su valor histórico, la preservación y estudio del manuscrito han sido posibles gracias a la edición facsimilar realizada por Scriptorium. Esta reproducción fiel ha permitido que investigadores y bibliófilos puedan acceder a su contenido sin comprometer el estado del códice original, asegurando su conservación a largo plazo. El libro de estudios que acompaña al facsímil proporciona un análisis exhaustivo sobre la estructura, las fuentes y el impacto del manuscrito, ofreciendo una perspectiva más amplia sobre su relevancia en la historiografía medieval. Gracias a estos esfuerzos, la obra de Alfonso de Cartagena sigue siendo objeto de estudio en la actualidad, manteniendo su importancia tanto como fuente documental como pieza clave en la evolución de la genealogía real y la representación del poder monárquico en la historia de España.

Gracias a su conservación y estudio, esta obra sigue siendo una referencia clave para comprender la evolución de la genealogía real y su papel en la construcción del discurso monárquico en la historia de España. Su impacto no se limita al pasado, sino que continúa moldeando la manera en que entendemos la legitimidad y la representación del poder monárquico a lo largo del tiempo.


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