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El control de calidad garantiza la fidelidad del facsímil al original, revisando materiales y detalles, y sometiéndolo a pruebas de durabilidad para asegurar su integridad y precisión.

7.1. Verificación de la fidelidad al original

El control de calidad es una etapa fundamental en el proceso de creación de un facsímil. Cada facsímil debe ser revisado minuciosamente para garantizar que se ha logrado una reproducción exacta y fiel del manuscrito original, tanto en el contenido como en la apariencia física. Este proceso implica la comparación directa del facsímil con el original para verificar que todos los detalles han sido replicados con precisión.

Imagen donde se ve una persona trabajando sobre un manuscrito con elementos de medición y muestras de colores. Mirando todo detalladamente con una lupa y una buena iluminación.
Trabajador realizando el proceso de control de calidad de un facsímil
  • Revisión Página por Página: Se realiza una revisión página por página para comprobar que los colores, las ilustraciones, y las marcas distintivas del manuscrito original han sido reproducidos de manera precisa. Este proceso puede involucrar tanto a expertos en conservación como a especialistas en arte e historia que puedan evaluar la exactitud de la reproducción.
  • Comparación de Materiales: Los materiales utilizados, como el papel, el pergamino, y las tintas, se revisan para asegurar que cumplen con los estándares requeridos y que son lo más semejantes posible a los del manuscrito original. Cualquier diferencia que pueda afectar la autenticidad del facsímil es corregida antes de continuar con la producción.

7.2. Pruebas de durabilidad

Imagen donde se ve una persona trabajando sobre un manuscrito con elementos de medición y muestras de colores. Mirando todo detalladamente con herramientas de visión iluminadas.
Trabajador realizando el proceso de control de calidad de un facsímil

Un aspecto importante del control de calidad es garantizar que el facsímil tenga la misma durabilidad que el manuscrito original. Para ello, se realizan pruebas de durabilidad en los materiales y la encuadernación, con el fin de asegurar que el facsímil pueda soportar el paso del tiempo sin deteriorarse fácilmente.

  • Pruebas de Resistencia del Papel y Pergamino: Se evalúa la resistencia del papel o pergamino utilizado, sometiéndolo a pruebas que aseguren su estabilidad frente a condiciones ambientales como cambios de temperatura y humedad. Esto garantiza que el facsímil mantendrá su integridad durante muchos años.
  • Revisión de la Encuadernación: La encuadernación también se somete a pruebas para asegurar que es robusta y que puede proteger adecuadamente el contenido del facsímil. Esto incluye la evaluación de los cierres, costuras y otros elementos estructurales.

7.3. Validación por expertos

Una vez que se ha completado la fase de control de calidad interno, el facsímil es evaluado por expertos externos, como conservadores de museos, historiadores del arte y académicos. Estos expertos ofrecen una visión independiente que ayuda a validar la fidelidad del facsímil al manuscrito original y aseguran que se han respetado todos los estándares de calidad.

7.4. Certificación y numeración

Después de superar todas las pruebas de control de calidad, cada facsímil recibe una certificación de autenticidad que queda reflejada en un acta notarial protocolizada, que se añade al final del libro. Además, los facsímiles suelen producirse en ediciones limitadas y numeradas, lo que añade un valor adicional a cada ejemplar y garantiza su exclusividad. La numeración y certificación sirven como garantía de que el facsímil es una reproducción exacta y ha pasado todos los controles de calidad necesarios.

El proceso de control de calidad asegura que cada facsímil producido sea una réplica fiel y duradera del manuscrito original, permitiendo a los coleccionistas, investigadores y amantes del arte disfrutar de estas obras con la mayor precisión posible.