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La distribución de los facsímiles se realiza mediante ediciones limitadas, y su correcta conservación garantiza que sean duraderos y accesibles para investigadores y coleccionistas.

8.1. Distribución de los facsímiles

Representación del proceso de conservación de un facsímil, con los materiales y herramientas para envolverlo y conservarlo de forma correcta
Representación de la conservación de un facsímil

Una vez que el facsímil ha superado el proceso de control de calidad, se procede a su distribución. Los facsímiles suelen producirse en ediciones limitadas, lo cual aumenta su valor y exclusividad. Estos ejemplares se destinan principalmente a bibliotecas, museos, coleccionistas privados y universidades, donde se utilizan para fines de investigación, exhibición o conservación del patrimonio cultural.

  • Ediciones Limitadas: Los facsímiles suelen ser numerados y certificados, lo que garantiza su autenticidad y exclusividad. Cada ejemplar es único y está destinado a quienes desean poseer una réplica exacta del manuscrito histórico sin poner en riesgo el original.
  • Canales de Distribución: La distribución de los facsímiles se realiza a través de canales especializados, como editoriales de arte, ferias internacionales de libros y acuerdos con instituciones culturales. Además, algunas editoriales permiten la compra directa a través de sus páginas web, facilitando el acceso a los coleccionistas y bibliotecas interesados.

8.2. Conservación de los facsímiles

La conservación de los facsímiles es esencial para garantizar su durabilidad y mantener su calidad a lo largo del tiempo. Aunque los facsímiles no son tan frágiles como los manuscritos originales, requieren ciertos cuidados para preservar sus características.

  • Almacenamiento Apropiado: Los facsímiles deben almacenarse en condiciones adecuadas de temperatura y humedad para evitar el deterioro de los materiales, especialmente del papel, pergamino y la encuadernación. Se recomienda mantenerlos en ambientes con temperatura controlada y lejos de la luz directa del sol.
  • Manipulación Cuidadosa: Para evitar daños, se debe manipular el facsímil con las manos limpias o utilizando guantes de algodón. Las páginas deben pasarse con cuidado para no dañar las ilustraciones, los dorados o los detalles en relieve.
  • Protección Contra la Luz y el Polvo: La exposición prolongada a la luz puede causar decoloración en los facsímiles, por lo que es importante evitar la luz directa. Asimismo, se recomienda guardarlos en cajas o cubiertas protectoras para mantenerlos libres de polvo y suciedad.

8.3. Importancia de la distribución y la conservación

Representación de varios trabajadores realizando tareas de conservación y distribución en un taller
Representación de unos trabajadores en una sala de distribución y conservación

La distribución de los facsímiles permite que el conocimiento contenido en los manuscritos antiguos sea accesible a una mayor cantidad de personas, sin comprometer la integridad de los originales. Los facsímiles son utilizados como herramientas educativas y de investigación, y su correcta conservación asegura que puedan ser disfrutados y estudiados por generaciones futuras.

El proceso de distribución y conservación es la etapa final en la creación de un facsímil, y es fundamental para garantizar que estas reproducciones cumplan su propósito de preservar y difundir el patrimonio histórico y cultural.